miércoles, 7 de septiembre de 2011

MENSAJE DEL SEÑOR JESUS 24 DE AGOSTO DE 2011

MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE
DE + JESUCRISTO + JESUCRISTO + JESUCRISTO
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES
DEL CIELO Y DE LA TIERRA
Y DE TODA LA HUMANIDAD



24 DE AGOSTO DE 2011
HORA: LA QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
MI SANTA MADRE MARIA INMACULADA, ME DICE:
HIJO MIO, AMOR DE MIS AMORES
HABLADLES UN POCO SOBRE LA VESTIMENTA DE LA MUJER

Pequeños hijitos de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, y cumpliendo orden de mi Santa Madre María Inmaculada, les digo a todas las mujeres en el mundo entero, que vuestro modernismo y vuestra vanidad os ha llevado a muchas a vestirse y actuar como hombres en muchos sentidos.

Les estoy hablando muy sencillamente con estas dulces palabras para que toda raza humana entienda lo que Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores les advierto sobre como satanás, el diablo,  entró a mi Iglesia que sois cada uno de vosotros.  Una de las astucias fue lograr que las mujeres vistan como hombres y los hombres vistan como mujeres.  Las mujeres se han dejado tentar por satanás, el diablo, con estas modas que la sociedad de consumo está permitiendo.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les advierto; si no se arrepienten, generación perversa y deshonesta que vivís del libertinaje y de la libertad humana, pasando por encima de las Santas Leyes de mi Padre Dios Yahvé, para aparentar mejor presencia ante la sociedad y el hombre.  Habéis bebido el vómito de la lujuria y el modernismo satánico, penetrando estas mentes de cómo hacer modas lindas, que entre mas pasan los tiempos, van a tener que usar respiradores de aire para poder entrar en estos pantalones tan apretados a vuestro cuerpo, marcando todas vuestras partes íntimas, o para aparentar que no estáis vistiendo como hombre, le soltáis un poco y así no caéis en la culpa de vestir como hombre; y como es moda, la moda no incomoda.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, niños de vuestro Padre Celestial, ya no puedo pasar desapercibido con estos hijos míos, que mantienen sus mentes ocupados al servicios de satanás, como traer estas modas tan inmorales y deshonestas para el consumo de la población y que vistan de acuerdo a que el hombre sea menos varón y la mujer sea menos mujer.  Los valores se han acabado y habéis perdido lo atractivo de cada uno que les corresponde como persona.

Pues vengan, vengan y vengan todos estos hijos que se dejaron seducir por satanás para diseñar estas modas deshonestas, vulgares y asquerosas ante nuestros ojos.  Son inmorales para la sociedad pulcra.  Vengan todos estos consumidores de estas modas, vengan todos los vendedores, vengan todas las madres que vistieron y permitieron a sus hijas vestir estas tiras, porque no tienen otro nombre, son tiras que no cubren vuestro cuerpo y se parecen a cargadores de enjalmas de caballo o mula, vistiendo sus cuerpos impúdicamente.

Pues Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les digo que se arrepientan de estos pecados de inmoralidad y de deshonestidad y revistan sus cuerpos decentemente.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay, de mis niñas, especialmente la juventud que se viste tan deshonestamente para seducir a los hombres y a conciencia lo hacen para seducirlos y hacerlos caer en tentación.  No creáis mis niñas, que para que un hombre se enamore de vosotras, necesitáis mostrar vuestros cuerpos al desnudo.  No, no y no, antes los provocáis a una violación y entonces ¿porqué después se lamentan?, entráis a un frustramiento y depresión, haciendo que la familia haga meter preso al culpable  a la cárcel durante el resto de días, y luego ya queréis vivir con estas vestimentas de tiras, queréis vivir ya una prostitución obligada a causa de vuestra propia culpa.  Queréis ofreceros como mercancía barata que se exhibe en todos los lugares, perdiendo la vergüenza y el pudor, no respetáis ni las afueras de mi propio templo para incitar e invitar a los hombres a que se prostituyan con vosotras.  No falta sino que las bancas de mi templo sea la cama para vuestra perversión de sexo.

¿Dónde están mis pastores que dejé en mi representación para que hagan respetar la casa de mi Padre Dios Yahvé?   ¿Porqué no evangelizáis a estas hijas mías?, mirad que están a unos cuantos pasos de vosotros.  ¿Porqué no hacéis respetar la casa de mi Padre Dios Yahvé y les permitís entrar a recibirme bien entaconadas como unos pavos reales, sin devoción y respeto?  No creáis que Yo entro a estas almas y a estos corazones, que lo que me da es asco y repugnancia.  Recibís mi especie, pero Mi Divinidad no puede entrar a unirse con vosotros y a vivir mi vida en cada uno de vosotros.

Esto mismo hago con las ministras que habéis preparado y consagrado, para que toquen mi Sagrado Cuerpo, dándoselo a mis otros niños, que si me pueden recibir dignamente, pero por el solo hecho de que una mujer toque mi Sagrado Cuerpo, ya no estoy ahí, solamente queda la especie y Mi Divinidad se aparta en espera que sea el sacerdote quien me toque.  Si hubiera permitido que una mujer me tocara, la primera hubiera sido mi Santa Madre María ataviada con su esplendoroso traje largo, cubriendo sus delicados pies, sus manos y su elegante cuello, y su cabellera cubierta con su manto.

Sacerdotes ¿Porqué permitís mujeres en mi altar?.  Pues Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les digo: Mi Padre Dios está enojado, porque permitís entrar cuerpos desnudos a mi Santo Templo.  ¿O es que estáis esperando que nuevamente baje a sacar a las exhibicionistas de cuerpos, de mi Santo Templo?  Pues les digo que esta oportunidad sería buena para una buena evangelización con ellas, con estas hijas que por ignorancia viven en la prostitución.  Para ellas también hay un lugar en mi Corazón Amantísimo, si ellas se arrepienten.  ¿Porqué no las catequizáis? No esperéis que ellas vayan a vosotros, sois vosotros los que debéis buscar las ovejas enfermas, necesitan beber de mis puras aguas y comer de mi verdadera comida que Soy Yo.

No esperéis pues que Yo baje con mi látigo a limpiar la casa de mi Padre.  Mi Santa Madre María está triste y llora por todo el mundo sangre en abundancia, por la pérdida de mis hijas, no las dejéis tranquilas en las afueras de mi casa.  Entradlas y dadles de beber que tienen sed de Mí y de Mi Palabra.

Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, obedeciendo lo que mi Santa Madre María me dijo, y que si no se arrepienten, todos los individuos pueden convertirse, recuerden pues de donde han caído, arrepiéntanse y practiquen las obras primeras.  Si no se arrepienten, vendré a vosotros y removeré vuestros candelabros de su lugar.  El arrepentimiento es lo primero en la conversión y en la confesión.

Pues bien, los arrojaré a un lecho de dolor, a los deshonestos impúdicamente, a los inmorales, a todas las mujeres que visten como hombres, a todas las que muestran sus partes íntimas para hacer caer al otro al pecado, exhibiendo sus cuerpos desnudos, especialmente la juventud y la niñez deshonesta, no solamente en la manera de vestir, sino también en la manera de hablar vulgaridades.  A los que viven su propia libertad olvidando que hay una Leyes que hay que cumplir y que hay que respetar, a las prostitutas, a las adúlteras y a las fornicarias; esto es también para los hombres sino se arrepienten de sus pecados.  A sus hijos los haré perecer de muerte y todas las iglesias sabrán que Yo Soy el que escudriña los efectos y los pensamientos de los hombres y que os daré a cada uno de vosotros según sus obras.

Arrepiéntanse pues, sino vendré pronto y pelearé contra ellos con la espada de mi boca de doble filo.  Yo Soy Jesucristo, Rey de reyes y Señor de Señores, soy Alfa y Omega.  Lo digo Yo, el Hijo de Dios Yahvé, el que era y que viene, el Omnipotente.  Pues les digo, que a la Nueva Jerusalem no entrarán las mujeres vestidas de hombre y los hombres no entrarán vestidos de mujer.

Reciban muchas bendiciones de mi Santa Madre María y de San José mi padre adoptivo.  Pídanle a él la gracia de la pureza y la castidad.              + Bendiciones  + Bendiciones  + Bendiciones de + Jesucristo  + Jesucristo  + Jesucristo.  Amén. Amén. Amén.

Instrumento anónimo
Medellín, Colombia

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