miércoles, 9 de mayo de 2012

MENSAJE DEL SEÑOR JESUS 2 DE MAYO DE 2002


MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE
DE + JESUCRISTO, + JESUCRISTO, + JESUCRISTO,
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES,
DEL CIELO, DE LA TIERRA Y DE TODA LA HUMANIDAD


2 DE MAYO DE 2012
HORA: LA QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA

MIS PEQUEÑOS NIÑOS, MI SANTA MADRE MARIA ME DICE:
SIGUE INSISTIENDO SOBRE LAS SEÑALES
DE LOS TIEMPOS

¡Oh! pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, me sigo manifestando a toda la humanidad entera, a todos los creyentes de buena voluntad, de distintos credos y razas, ya que a todos sin distinción los he llamado a la conversión diciéndoles:  Vengan, vengan, vengan benditos de Mi Padre Dios Yahvé, a poseer todos el reino Conmigo y mi Santa Madre María Inmaculada y Madre de la Iglesia que sois cada uno de vosotros.  Vengan arrepentidos, a pasar y a habitar la Nueva Jerusalén celestial aquí en la tierra.

No penséis hijitos míos, que esto que les estamos diciendo, sigue siendo un cuento de hadas acá en la tierra, no, no y no.  Es una de las purezas celestiales, hechas, convertidas en una realidad.  A diario se van convirtiendo las profecías en una realidad de acontecimientos una tras otra, sin darse espera el uno con el otro.

Dichosos vosotros a los que todavía no les ha tocado vivir nada de estos acontecimientos y en estos momentos podéis leer por estos medios, todas nuestras advertencias de conversión, no se queden hijitos de mi Corazón Paternal, leyendo y estudiando si estos mensajes si son nuestros o no, para saber si se convierten o no se arrepienten; ya que muchos hijitos míos se han puesto a estudiar nuestros mensajes y se quedaron solo en estudio y los cogió el desastre de cualquier acontecimiento y ya no están para contar si eran nuestros o no eran nuestros.

¡Oh! hijitos míos, que a vosotros no os pase lo mismo que a ellos, que se quedaron solo en lecturas de palabras y no la convirtieron en una realidad, en obras de hechos.  No se queden perdiendo el tiempo sentados frente a estos aparatos mirando y leyendo que dicen las noticias del día acerca de lo que les ha pasado a mis otros hijitos en desgracia de cualquier caída o cualquier acontecimiento.  No, no, no se queden esperando, ya que las noticias pasan a diario de día y de noche; Mis santas y divinas Palabras, no llegan de noticias, les llegan de nuestros mensajes de profecías apocalípticas que se van cumpliendo al pie de la letra y pasan hasta que les toque a cada uno de vosotros.

¡Oh! pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, no puedo dejar que vaya pasando el tiempo y las horas que a diario vosotros miráis el reloj; ¡que horas son!, mientras que el tiempo de Mi Padre Dios Yahvé no tiene horas, solo tiene tiempo; tiempo que cae sobre cada uno de vosotros.

Hijitos míos, no se queden viendo como se derrumban los acontecimientos y vosotros no hacéis nada para remediar vuestra vida de pecados, para decidir si se arrepienten o no se arrepienten; No seáis tan inseguros, mirad que mi Santa Madre María y Yo, Jesucristo, Rey de reyes, se los estamos advirtiendo desde antes de mis 33 años de vida en la tierra.  Les dejé el Nuevo Testamento en mis Santas Escrituras, les hemos anunciado, como les anunciaron los profetas del Antiguo Testamento.  Mi Padre Dios Yahvé le anunció directamente a Noé lo que iba a pasar si no se arrepentían, y ya vieron lo que pasó; Un gran diluvio de inmensa magnitud de 40 días y 40 noches, y todo desapareció, no quedó sino la gran obediencia de Noé, su esposa y sus hijos, y las que iban a ser sus nueras.  Fue la obediencia la que sobrevivió de estas mareas.  Por todos los confines de la tierra no quedó nada que no fuera purificado, y lo mismo está a punto de suceder a esta generación pagana, pecadora y perversa, sin entrañas ni corazón.

Solo quedarán los fieles obedientes que se prepararon y le ofrecieron sus vidas en holocausto de obediencia a Mi Padre Dios Yahvé; serán estos, los que decidieron sobrevivir a estas mareas de acontecimientos y esperando nuestra venida en gloria a la tierra, estos hijos serán las lámparas y las antorchas encendidas, para dar paso al Rey de reyes y Señor de señores, y a la Reina del cielo y de la tierra, la Mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de 12 estrellas, y como les dijo mi Santa Madre María; ella les entregará el cetro de hierro con el que los regiré a cada uno de vosotros.  Y este cetro de hierro, es el que llevaré en mi Mano, para presentarme como Rey a cada uno.

Y con este cetro los bendigo a todos, sin ninguna distinción, a todos los amo inmensamente y mi gran amor se derrite como cera al calor, por cada uno de vosotros.  Los bendigo en el Nombre de Mi Padre + Dios Yahvé, en el Nombre Mío propio + Jesucristo, y en el Nombre de Mi Santo + Espíritu Santo.  Amén. Amén. Amén.

Instrumento anónimo.
Medellín, Colombia

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