MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE, DE
VUESTRA MADRE MARIA Y MADRE INMACULADA-EN LA ADVOCACION INMACULADA CONCEPCION
PARA TODA LA HUMANIDAD
18 DE NOVIEMBRE DE 2014
HORA: LA
QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
“MENSAJE DE VUESTRA MADRE Y MAESTRA
MARIA INMACULADA CONCEPCION – SIGO ADVIRTIENDO, SIGO ADVIRTIENDO, SIGO
ADVIRTIENDO DEL PELIGRO INMINENTE QUE PESA SOBRE LA HUMANIDAD”
Oh
pequeños hijitos de mi Corazón Maternal, yo, la madre y maestra de todos
vosotros y de toda la humanidad, me sigo manifestando por la voluntad de mi
Padre Dios Yahvé, que me concedió la gracia de enseñaros a cada uno de
vosotros, cual es el camino que debéis continuar hasta este final de los días,
y hasta los 3 días de oscuridad, diciéndoles y advirtiéndoles: Por aquí no es,
o por aquí si es. Sigan el camino
correcto, sin que se desvíen solos.
Siempre he estado ahí apoyándoles, cuidándoles, acompañándoles,
protegiéndoles, enseñándoles; como toda una buena madre que siempre quiere el
bienestar para cada uno de sus hijos.
Mirad
mis niños amados, como a través de este instrumento anónimo, utilizo palabras
tan dulces y sencillas al entendimiento de toda mente humana; grande y
pequeña. Estas palabras con tan claras y
entendibles para cualquiera de mis hijos; sea que hayan estudiado hasta ser científicos,
o que no hayan estudiado ni el abecedario, pero si se ponen a distinguir las
palabras de un mensaje al otro y conservando los mandatos y los mandamientos de
la Santa Madre Iglesia, todos confirman que se trata de la salvación de la
humanidad; Y las palabras, unas mas
finas, y otras menos sencillas, se parecen a una familia numerosa, donde la
mitad habla bien y la otra mitad a media lengua, y que todos son tan amados
porque se trata de vuestros hijos. La diferencia
que hay es que a los que no saben expresarse, los critican, los juzgan, los
ridiculizan, los ignoran, porque no son de los vuestros y no les
pertenecen. Pero yo, que también soy
vuestra madre y maestra, a todos los comprendo, así como lo hace un docente con
sus alumnos; a todos los comprende. Mi
gran amor es uno para todos. Así como mi
esposo; el Espíritu Santo, ha derramado su Santo Espíritu sobre toda
carne: “Sucederá en los últimos
días, Dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros
hijos y vuestras hijas, vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos
soñarán sueños, y Yo, sobre mis siervos y sobre mis siervas, derramaré mi
Espíritu” (Hechos de los apóstoles
2:17-18).
Así
veis mis niños amados que no hay diferencia entre vosotros, ya que todos son
uno solo para mí y para mi Hijo Amado, y nos bajamos a la posición de cada uno
y según el entendimiento de cada uno de vosotros, para con los del cielo.
Oh
mis pequeños hijitos, tan amados sois cada uno, que el corazón amantísimo de esta
madre no deja ni un segundo de amaros, y mi ansioso corazón se baja a todo
momento, para repetirles constantemente del peligro inminente que cae sobre
toda la humanidad y no quiero que ninguno se me pierda. Pero no debéis de temer, ya que nosotros estaremos
con cada uno si vosotros si así lo queréis, ya que también de otra forma a
nadie se le obliga a ser salvo; Sois
libres, muy libres, pero sin dejar de decirles que hay un castigo para los que
no se quisieran arrepentir, y ese castigo tiene un lugar que se llama infierno,
donde será el llanto y el crujir de dientes para toda la eternidad y por
siempre, para que así me entendáis mejor.
Mirad
bien mis niños amados que se los estamos advirtiendo constantemente a través de
muchos y miles de profetas e instrumentos por todo el mundo, para que el día
cuando les toque los acontecimientos, no digáis que no sabíais nada. Y vosotros, los incrédulos, que supisteis de
lo que iba a suceder y que por miedo o al que dirán de que vosotros estáis
locos, no lo dieron a saber a otros inocentes, y ese dolor y sufrimiento de
estos inocentes, vosotros incrédulos, los vais a padecer 3 veces mas, por no
preparar a sus hermanos de lo que acontecerá en los últimos días.
Orad,
orad, orad mi Santo Rosario y arrepentíos de todas vuestras faltas que habéis
cometido contra vosotros, contra vuestros hermanos y contra Dios. Vuelvo y les repito: Orad, orad, orad, si de pronto os queda algún
espacio de vuestro tiempo al mundo y al pecado, para que después no lo tengáis
que lamentar. Se los suplica esta madre
María y maestra de toda la humanidad, y
acogeos bajo el amparo de la Santísima Trinidad, recibiendo muchas bendiciones:
En el Nombre de Mi Padre +Dios Yahvé, en el Nombre de Mi Hijo Amado
+Jesucristo, y en el Nombre de mi Santo Esposo +Espíritu Santo. Los amo a todos. Amén. Amén. Amén.
Instrumento
anónimo
Medellín,
Colombia
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