viernes, 28 de febrero de 2014

MENSAJE DEL SEÑOR JESUS 15 FEBRERO 2014

MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE,
DE +JESUCRISTO, +JESUCRISTO, +JESUCRISTO, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, DEL CIELO, DE LA TIERRA Y DE TODA LA HUMANIDAD

15 DE FEBRERO DE 2014
HORA: LA QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA

“OH MIS HIJAS MUJERES, MI SANTA MADRE MARIA ME DICE QUE LES DIGA QUE YA ES HORA DE QUE VISTAIS COMO TODA UNA MUJER O DAMA”

Oh pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores me sigo manifestando a toda mi humanidad.  Desde el principio del Nuevo Testamento, o sea, antes del Antiguo Testamento, mi Padre Dios Yahvé me envió a la tierra para hacer que sus Santas Leyes se cumplan ayer, hoy y mañana, y por esto les dije en Deuteronomio 4:2:  “No añadiréis nada a lo que Yo os mando, ni quitaréis nada, para así guardar los Mandamientos de Yahvé vuestro Dios, que Yo os prescribo”.  Y en Deuteronomio  4:5-7:  “Mirad como Yahvé tu Dios me ha mandado, Yo os enseño preceptos y normas para que los pongáis en práctica en la tierra en que vais a entrar para tomarla en posesión.  Guardadlos y practicadlos, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, que cuando tengan noticia de todos estos preceptos, dirán:  Cierto  que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente”.

Mirad mis pequeños que Yo, Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les he dado mensajes y noticias de todo lo que ha acontecido, está aconteciendo y va a acontecer en el mundo entero; en la parte espiritual, material y humana.

Este mensaje es muy especial para toda mujer; pequeña, mediana y adulta, que no está cumpliendo estos preceptos y normas sobre las vanidades y sobre las vestimentas ya que muchas andan como esqueletos salidos de los mismos infiernos en forma de esqueletos desnudos.  Oigan muy bien mujeres de Jerusalén:  No lloréis por Mí, sino llorad por vuestras hijas y por vosotras mismas, ya les dije a todos que cuando un hijo mío está en grave pecado, está revestido del pecado, y cuando una mujer está mal vestida y viste como hombre, está oculta a la vista de Mi Padre Dios Yahvé sin dejarla de amar, pero el pecado El lo detesta.  Deuteronomio 11:8-9:  “Guardareis todos los mandamientos que Yo os prescribo hoy, para que os hagáis fuertes y lleguéis a poseer la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión y para que prolonguéis vuestros días en el suelo que Yahvé juró dar a vuestros padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel”.

Escuchas bien mis hijas mujeres de todos los credos y razas:  Es urgente, urgente, urgente que cambiéis  de vestimenta, no sigáis en estos apegamientos a las modas, ya que las modas no vienen de Mí, las modas todas las acomoda el diablo de la vanidad.  La única moda Mía y Divina está en la Santa Palabra de Dios, ayer, hoy y siempre; Primera Epístola a Timoteo 2:9-10:  “Así mismo, que las mujeres vestidas decorosamente se adornen con pudor y modestia; no con trenzas ni con oro o perlas, o vestidos costosos, sino con buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad”.

Y por esto les digo que tampoco debéis  vestir como hombres, Deuteronomio 22:5:  “La mujer no llevará ropa de hombre, ni el hombre llevará vestido de mujer, porque el que hace esto, es una abominación para Yahvé, tu Dios”.

Y muchas dirán; entonces nadie se va a salvar.  Pues les digo hijitas de Mi Corazón Paternal: ¿Si veis que todas van por el camino hacia el infierno, porque vais a ir tu?  Oh mis pequeñas hijitas, mirad que desde Abril de 2011 los he llamado a todos por su nombre, por medio de este instrumento anónimo, para que hagáis un alto en el camino y os detengáis a dejar los malos vicios de pecado.  Mirad como corre el tiempo, cuanto pecado habéis cometido al hacer caer en tentación a los hombres con estos cuerpos empacados como cigarros.

Para que me entendáis mejor, estos pecados de otros, Mi Padre Dios Yahvé ya los tiene a la mira de quien es quien, antes del Gran Aviso.  Cada una debéis de cambiar de vestimenta y pedir perdón, hacer reparación y penitencia por las ofensas causadas y el enojo de Mi Padre Dios Yahvé, y por crucificarme nuevamente y constantemente con estas modas, al vestir como hombre.  Cada una de vosotras sois templos donde habita Nuestro Santo Espíritu, ya que de lo contrario vosotros estaríais muertos por falta de este Espíritu Santo que os da vida en abundancia.

Oh pequeñas hijitas de Mi Corazón Paternal, les digo a todas en el mundo entero y en todos los rincones en donde se hallare una mujer, sea niña o adulta:  Nadie va a pasar a mi Nueva Jerusalén celestial con estas vestimentas de hombre y tan deshonestas; Ya que al cielo nadie entra con pantalones, sea hombre o mujer, cada uno, si es mujer tendrá que pasar el trago del ajenjo que me dieron a beber con hiel, y el amargo trago de las lágrimas que vais a derramar en los últimos días de tribulación.  Y si es hombre, ya que si son pantalones, pero que no sean pantalones como los acomoda el diablo; sino como el de los antepasados, o como en algunas regiones del mundo que visten así y con túnicas largas, ya que para reinar conmigo acá en la tierra por mil años y ante Nuestras Santas Presencias, oigan bien todos:  Nadie pasará con estas modas, todos deberán ser transformados de la vestimenta mundana a la vestimenta de la gracia; todos con túnicas;  la mujer, porque no vistió como mujer, y el hombre que aunque sea con pantalón, también será revestido con su túnica de gracia.

Oh mis pequeñitos todos en el mundo entero, les cuento que en el cielo no hay nadie de pantalón, todos son vestidos de túnicas de diferentes colores celestiales, y así vais a ser cada uno de vosotros, y en especial los que estáis en este planeta, para ser revestidos con el vestido de la gracia.

Oh mis niñas amadas, y para que el momento del Gran Aviso no les de tan duro este traspaso del pecado a la gracia, ya que os vais a ver en la iluminación de vuestra propia conciencia, el tiempo que vistieron como esqueletos desnudos ante los ojos y la presencia de Santísima Trinidad +Padre, +Hijo, +Espíritu Santo, haced el cambio ya, para que así tengáis al menos unos cortos días de reparar en medio de las tribulaciones, este pecado sobre las vestimentas.

Esto no es un cuento de hadas o una mentira de Padre Dios Yahvé; Es la verdad, es la verdad, es la verdad que ha sido anunciada desde el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Mirad mis niñas amadas, como hasta en vuestras vestimentas les estoy llamando a que se arrepientan.  Tened siempre en cuenta esta virtud de Mi Santa Madre María, ya que si ella es vuestra Reina, ¿Por qué vosotras no podéis ser las damas de honor?.

Yo Jesucristo, el Hijo de Mi Padre Dios Yahvé, las bendigo y las cubro con el vestido de la gracia de Mi Santa Madre María y Madre de la Iglesia que sois cada uno de vosotros.  +Bendiciones, +Bendiciones, +Bendiciones.  Amén.  Amén.  Amén.

Instrumento anónimo

Medellín, Colombia

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