MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE,
DE +JESUCRISTO, +JESUCRISTO,
+JESUCRISTO, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, DEL CIELO, DE LA TIERRA Y DE TODA
LA HUMANIDAD
15 DE FEBRERO DE 2014
HORA: LA
QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
“OH MIS HIJAS MUJERES, MI SANTA MADRE
MARIA ME DICE QUE LES DIGA QUE YA ES HORA DE QUE VISTAIS COMO TODA UNA MUJER O
DAMA”
Oh
pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de
señores me sigo manifestando a toda mi humanidad. Desde el principio del Nuevo Testamento, o
sea, antes del Antiguo Testamento, mi Padre Dios Yahvé me envió a la tierra
para hacer que sus Santas Leyes se cumplan ayer, hoy y mañana, y por esto les
dije en Deuteronomio 4:2: “No
añadiréis nada a lo que Yo os mando, ni quitaréis nada, para así guardar los
Mandamientos de Yahvé vuestro Dios, que Yo os prescribo”. Y
en Deuteronomio 4:5-7: “Mirad como Yahvé tu Dios me ha
mandado, Yo os enseño preceptos y normas para que los pongáis en práctica en la
tierra en que vais a entrar para tomarla en posesión. Guardadlos y practicadlos, porque ellos son
vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, que cuando
tengan noticia de todos estos preceptos, dirán:
Cierto que esta gran nación es un
pueblo sabio e inteligente”.
Mirad
mis pequeños que Yo, Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les he dado
mensajes y noticias de todo lo que ha acontecido, está aconteciendo y va a
acontecer en el mundo entero; en la parte espiritual, material y humana.
Este
mensaje es muy especial para toda mujer; pequeña, mediana y adulta, que no está
cumpliendo estos preceptos y normas sobre las vanidades y sobre las vestimentas
ya que muchas andan como esqueletos salidos de los mismos infiernos en forma de
esqueletos desnudos. Oigan muy bien
mujeres de Jerusalén: No lloréis por Mí,
sino llorad por vuestras hijas y por vosotras mismas, ya les dije a todos que
cuando un hijo mío está en grave pecado, está revestido del pecado, y cuando
una mujer está mal vestida y viste como hombre, está oculta a la vista de Mi
Padre Dios Yahvé sin dejarla de amar, pero el pecado El lo detesta. Deuteronomio 11:8-9: “Guardareis todos los mandamientos que
Yo os prescribo hoy, para que os hagáis fuertes y lleguéis a poseer la tierra a
la que vais a pasar para tomarla en posesión y para que prolonguéis vuestros
días en el suelo que Yahvé juró dar a vuestros padres y a su descendencia, tierra
que mana leche y miel”.
Escuchas
bien mis hijas mujeres de todos los credos y razas: Es urgente, urgente, urgente que cambiéis de vestimenta, no sigáis en estos
apegamientos a las modas, ya que las modas no vienen de Mí, las modas todas las
acomoda el diablo de la vanidad. La
única moda Mía y Divina está en la Santa Palabra de Dios, ayer, hoy y siempre;
Primera Epístola a Timoteo 2:9-10: “Así
mismo, que las mujeres vestidas decorosamente se adornen con pudor y modestia;
no con trenzas ni con oro o perlas, o vestidos costosos, sino con buenas obras,
como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad”.
Y
por esto les digo que tampoco debéis
vestir como hombres, Deuteronomio 22:5:
“La mujer no llevará ropa de hombre, ni el hombre llevará
vestido de mujer, porque el que hace esto, es una abominación para Yahvé, tu
Dios”.
Y
muchas dirán; entonces nadie se va a salvar. Pues les digo hijitas de Mi Corazón Paternal:
¿Si veis que todas van por el camino hacia el infierno, porque vais a ir
tu? Oh mis pequeñas hijitas, mirad que
desde Abril de 2011 los he llamado a todos por su nombre, por medio de este
instrumento anónimo, para que hagáis un alto en el camino y os detengáis a
dejar los malos vicios de pecado. Mirad
como corre el tiempo, cuanto pecado habéis cometido al hacer caer en tentación
a los hombres con estos cuerpos empacados como cigarros.
Para
que me entendáis mejor, estos pecados de otros, Mi Padre Dios Yahvé ya los
tiene a la mira de quien es quien, antes del Gran Aviso. Cada una debéis de cambiar de vestimenta y
pedir perdón, hacer reparación y penitencia por las ofensas causadas y el enojo
de Mi Padre Dios Yahvé, y por crucificarme nuevamente y constantemente con estas
modas, al vestir como hombre. Cada una
de vosotras sois templos donde habita Nuestro Santo Espíritu, ya que de lo
contrario vosotros estaríais muertos por falta de este Espíritu Santo que os da
vida en abundancia.
Oh
pequeñas hijitas de Mi Corazón Paternal, les digo a todas en el mundo entero y
en todos los rincones en donde se hallare una mujer, sea niña o adulta: Nadie va a pasar a mi Nueva Jerusalén
celestial con estas vestimentas de hombre y tan deshonestas; Ya que al cielo
nadie entra con pantalones, sea hombre o mujer, cada uno, si es mujer tendrá
que pasar el trago del ajenjo que me dieron a beber con hiel, y el amargo trago
de las lágrimas que vais a derramar en los últimos días de tribulación. Y si es hombre, ya que si son pantalones,
pero que no sean pantalones como los acomoda el diablo; sino como el de los
antepasados, o como en algunas regiones del mundo que visten así y con túnicas
largas, ya que para reinar conmigo acá en la tierra por mil años y ante
Nuestras Santas Presencias, oigan bien todos:
Nadie pasará con estas modas, todos deberán ser transformados de la
vestimenta mundana a la vestimenta de la gracia; todos con túnicas; la mujer, porque no vistió como mujer, y el
hombre que aunque sea con pantalón, también será revestido con su túnica de
gracia.
Oh
mis pequeñitos todos en el mundo entero, les cuento que en el cielo no hay
nadie de pantalón, todos son vestidos de túnicas de diferentes colores
celestiales, y así vais a ser cada uno de vosotros, y en especial los que
estáis en este planeta, para ser revestidos con el vestido de la gracia.
Oh
mis niñas amadas, y para que el momento del Gran Aviso no les de tan duro este
traspaso del pecado a la gracia, ya que os vais a ver en la iluminación de
vuestra propia conciencia, el tiempo que vistieron como esqueletos desnudos
ante los ojos y la presencia de Santísima Trinidad +Padre, +Hijo, +Espíritu
Santo, haced el cambio ya, para que así tengáis al menos unos cortos días de reparar
en medio de las tribulaciones, este pecado sobre las vestimentas.
Esto
no es un cuento de hadas o una mentira de Padre Dios Yahvé; Es la verdad, es la
verdad, es la verdad que ha sido anunciada desde el Antiguo Testamento y el
Nuevo Testamento.
Mirad
mis niñas amadas, como hasta en vuestras vestimentas les estoy llamando a que
se arrepientan. Tened siempre en cuenta
esta virtud de Mi Santa Madre María, ya que si ella es vuestra Reina, ¿Por qué
vosotras no podéis ser las damas de honor?.
Yo
Jesucristo, el Hijo de Mi Padre Dios Yahvé, las bendigo y las cubro con el
vestido de la gracia de Mi Santa Madre María y Madre de la Iglesia que sois
cada uno de vosotros. +Bendiciones,
+Bendiciones, +Bendiciones. Amén. Amén.
Amén.
Instrumento
anónimo
Medellín,
Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario