lunes, 31 de octubre de 2011

MENSAJE DEL SEÑOR JESUS 20 DE OCTUBRE DE 2011

MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE
DE + JESUCRISTO  + JESUCRISTO  + JESUCRISTO
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES
DEL CIELO Y DE LA TIERRA



20 DE OCTUBRE DE 2011
HORA: LA QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
MIS PEQUEÑOS, MIS NIÑOS,
MI SANTA MADRE MARIA, MADRE DE LA IGLESIA
ME DICE QUE LLAME A LA CONVERSIÓN
A LOS LADRONES Y A LOS ASESINOS, URGENTEMENTE

Pequeños hijitos de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, y obedeciendo órdenes de mi Santa Madre María, Madre de la Iglesia, que sois todos vosotros, me dice: Hijo mío, diles, suplícales, insísteles hasta el último momento a todos los ladrones, asesinos, homicidas, si no lo entendéis, a todos los que roban la vida humana y luego la matan.  A los que roban las pertenencias de otros, les quitan sus bienes y luego las dejan en la calle.  Es así, de esta manera que Yo, Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les estoy hablando con sencillas, claras y dulces palabras.  Pues les digo hijitos de mi Corazón Paternal, y como nosotros los amamos, les digo que también hay un espacio en nuestros dos corazones si se arrepienten de corazón, no lo duden y les digo que primero para entrar a nuestros dos corazones debéis pasar por el Corazón de mi Padre Dios Yahvé, vengan que con gran amor los estamos esperando.

Pequeños hijitos de mi Corazón Paternal, Yo vuestro Padre Jesucristo, no puedo dejarlos a la deriva sin un puerto seguro, sin Dios y sin Ley, haciendo lo que os venga en gana, robando y matando a vuestros hermanos despiadadamente.  Parecéis un carro sin frenos y no sabéis donde van a ir a parar.  No conocéis el respeto hacia los demás, sin importar a quien matan o a quien roban, sin medir consecuencias.

Pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les suplico y les advierto que si no se arrepienten, no podrán entrar a gozar de la felicidad eterna.  Se deben liberar de estos demonios que los tienen esclavos, de estos vicios de pecado, para que no vayan pronto a caer a las profundidades del infierno para toda la eternidad, donde será el llanto y el crujir de dientes.  Les digo mis niños que mi Padre Dios Yahvé dejará caer fuego del cielo y brotará fuego de la tierra para exterminar la cizaña, ¿o es que estáis ciegos para no ver los desastres naturales, como la tierra se hunde, se raja, se desliza, como agoniza lentamente?  ¿O es que  estáis ciegos para no ver como los mares están embravecidos por los billones de cadáveres que tiráis todos los días, acaso no veis que estáis acosando las aguas, para que estos monstruos del mar se levante contra vosotros mismos?  ¿O acaso no veis como se desbordan los mares y los ríos, llevando todo a su paso y dejando a muchos inundados hasta los techos? ¿O cuantos hijos míos que han estado y están sirviendo estos pecados de muerte y de robo ya no tienen nada, mirando como pueden robar lo que ya está bajo el agua?

¡Oh! pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les digo que vosotros queréis borrar toda huella del crimen, enterrándolos clandestinamente y tirándolos al mar.  Pero nosotros todo lo vemos y todo lo escuchamos.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! niños de mi Corazón Paternal, habéis hecho derramar la copa de la cólera de mi Padre Dios Yahvé a torrencial, son las lágrimas de dolor de mi Bendita Madre María, la Madre de la Iglesia, reclamando a gritos la muerte violenta de sus hijos asesinados y abortados con crueldad. 

Mi Padre Dios Yahvé está tocando a fondo y ha acelerado el tiempo.  Las aguas no se detienen, el sol cuando sale no calienta, sino que quema, ya el espacio para la luna y las estrellas se ha agotado.  Todo se ha consternado y las nubes no saben cual será su rumbo, se amontonan y se revisten de luto, color oscuro, negro y rojo, ya perdieron su blancura y se han detenido para caer a la tierra con todo su poder, desplegando los truenos y los rayos, quemando y destruyendo las obras de los hombres. 

Estos son días de aprieto, de angustia y devastación, y les estamos hablando a través de estas señales y ni así queréis leer y escuchar nuestras advertencias el día de hoy.  Entonces mañana, cuando encontréis estas advertencias sobre estas mismas hojas, os servirá para recoger vuestras lágrimas de amargura y de dolor y para los que dicen que mi Padre Dios es Amor y Misericordia, que a vosotros no les pasará nada, pues les digo hijitos míos, que no sigáis tentando a mi Padre Dios Yahvé, su enojo está rebosante y se está regando.

¡Oh! mis niños, vosotros habéis tomado el poder de hacer justicia con vuestras propias manos y muy pronto se darán cuenta a nivel mundial, como van rodando las cabecillas sanguinarias y esta es la ley del talión ; el que a cuchillo mata, a cuchillo muere, vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.  Y Esta sed de venganza que tienen, la van a calmar bebiendo mi Santa cólera.  Estamos enojados viendo como cada día se presentan mas y mas asesinatos, ya a las noticias y a los medios de comunicación se les ha agotado el espacio para darlos a conocer y para no alertar a la comunidad en estos días de Octubre, días del Santo Rosario a mi Santa madre María, Madre de la Iglesia. 

Mis niños no esperéis a que estos mensajes sean aprobados por la Iglesia, la Iglesia sois todos vosotros, comprobadlo por vosotros mismos a través de la luz de mi Santo Espíritu

Pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, mi Padre Dios Yahvé los ha tocado a fondo,  por vuestros pecados de robo y de criminalidad, por celos, envidias y venganzas contra el hermano, o por el poder de cualquier índole y por muchas cosas mas.

Pequeños niños de mi Corazón Paternal, todo esto no es un juego de niños, no, es una realidad, es una verdad anunciada con mucho tiempo, desde el Antiguo Testamento, para que cada uno cumpliera los santos Mandamientos y Sacramentos:  El Mandamiento quinto; No matar y el séptimo; No robar o no hurtar.  Si no entendéis estos dos Mandamientos: No robar: no quitar lo ajeno, tan culpable es el que roba solo, como el que lo acompaña, y tan asesino es el que mata, como el que paga y acompaña.  Pequeños hijitos de mi Corazón Paternal, Yo les digo ¡que horror!, que asco me da con estos seres sanguinarios y ladrones, no tienen entrañas y parecen animales salvajes que viven en las selvas, a los tigres y leones, cuando cogen la presa, no la dejan ni exhalar el último suspiro.

A estos hijos míos tan crueles, les haré temblar, y el piso donde estén parados, permitiré que la tierra se los trague y sus casas se vayan al piso y se las ahogue el agua.  Al menos buscad bien dentro de vuestro ser, si hay un pedacito de corazón y sintáis el dolor por vuestros pecados.  Les haré sentir sed y hambre, pero no de pan ni agua, sino  hambre y sed de mi Santa Palabra.

Amos  8: 11-13  “He aquí que vienen los días prontos y malos, oráculo de mi Padre Dios Yahvé, y los pondrá a vagar de mar a mar, de norte a norte, ambulantes andarán errantes en busca de la palabra de mi Padre Dios Yahvé, pero no la encontrarán.  Aquel día desfallecerán de hambre y de sed las muchachas hermosas y los jóvenes”

Amos 9: 1-4  “Vi al Señor en pie, junto al altar y dijo: Sacude el capitel, y que se desplomen los umbrales.  Hazlos trizas en la cabeza de todos ellos, y de lo que de ellos quede, lo mataré yo a espada, no huirá de entre ellos un solo fugitivo, ni un evadido escapará.  Si fuerzan la entrada del Seol, mi mano de allí los agarrará; si suben hasta el cielo, yo los haré bajar de allí, si se esconden en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los agarraré; si se ocultan a mis ojos, en el fondo del mar, allí mismo ordenaré a la serpiente que los muerda; si van al cautiverio delante de sus enemigos, allí ordenaré a la espada que los mate; pondré en ellos mis ojos para mal y no para bien”

Amos 9: 9-10  “Pues he aquí que doy orden y zarandearé la casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea con la criba, sin que ni un grano caiga en tierra.  A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, esos que dicen:  No se acercará la desgracia”

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!, niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les digo, les aviso, les estoy advirtiendo a todos los guerrilleros, llámense como se llamen, con sus distintos nombres, les digo; Ya soltad de una vez las presas, cada uno de los miembros que son mis miembros y cada uno me pertenece.

Arrepiéntanse, arrepiéntanse, arrepiéntanse, no ahora, sino ya, antes de que caiga la bola de fuego que os hará salir a todos de vuestro escondite y no quedarán ni las raíces de las montañas, porque mi justicia está sobre vosotros.  ¿O es que acaso no veis como vuestras ciudades se derrumban, no veis que la tierra se parte en dos, no veis como están inundadas, no veis el lamento y el dolor de los que lo han perdido todo?  Cuantos de estos ladrones y asesinos ya no tienen nada, el agua y el fuego lo ha arrasado todo, Yo no amenazo, si les advierto y si no nos creen con estas dulces  y claras palabras, entonces creed lo que está a punto de suceder. 

Es así como Yo Jesucristo, hijo de mi Padre Dios Yahvé e hijo de la siempre Virgen María, Madre de la Iglesia que sois todos vosotros, los amo.  Y como los amo debo hablaros así con estas duras palabras, a ver si me entendéis.  Yo no conozco el miedo, el miedo es de satanás, el si me tiene miedo, que Soy el Poder y la Gloria por siempre.  Vengan, vengan, vengan pues arrepiéntanse todos, que mi Santo Poder está listo para esperarlos y darles mi Perdón.

Vengan tomados del brazo de mi Santa Madre María, que su Padre Dios los espera como al hijo pródigo, a poseer la casa paterna y el reino de los cielos.  Mi Santa Madre María sigue orando, intercediendo, por cada uno de vosotros.  No desatendáis nuestros llamados.  Los amo.
+  Bendiciones  + Bendiciones  + Bendiciones  de Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores.  Amén.  Amén. Amén.

Instrumento anónimo
Medellín, Colombia

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