lunes, 18 de junio de 2012

MENSAJE DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA JUNIO 9 DE 2012


MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE
DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA,
Y MADRE DE LA IGLESIA,
QUE SOIS TODOS VOSOTROS


9 DE JUNIO DE 2012
MEDELLIN, COLOMBIA

Pequeños niños de mi Corazón Maternal, yo soy la mujer vestida de sol, con la luna bajo mis pues y una corona de doce estrellas y estoy con dolores de parto.  Soy la madre de mi Hijo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores.  He venido a dirigirme a toda la humanidad, así como lo he venido haciendo a través de muchos instrumentos en el mundo entero, con el mismo amor, con una sola fe Católica.

Oh mis niños, yo vuestra Madre María y Madre de la Iglesia que sois cada uno de vosotros; son mis constantes desvelos por cada uno de ustedes, insistiéndoles sobre el peligro que cae y va a caer en sus hogares y en sus familias, en nuestro afán de protegerlos a cada uno, pero muchos de ustedes se rebelan a escucharnos, quieren mejor seguir el camino de la perdición, quieren mejor el servicio a satanás, que seguir a mi Hijo amado.  No quieren ser dóciles a nuestros ruegos.

¿No veis niños de mi Corazón Maternal, como se están desbordando los desastres naturales?  ¿Cómo se están cumpliendo las profecías?  ¿No veis mis niños como los climas fríos y cálidos, ya no son fríos ni son cálidos?  ¿Y como los climas calientes se han extendido a los climas fríos y cálidos?  Ya no sabéis para donde pegar o huir.  Ya debéis estar en alerta naranja, ya que la roja en cualquier momento manifiesta la zozobra espiritual y material en toda la humanidad.

Ay mis niños, les he advertido que todo sube de precios, ya vuestro salario mensual o quincenal no alcanza para su canasta familiar, si pagáis lo uno no podéis pagar lo otro.

Ay niños de mi Corazón Maternal, yo vuestra Madre María lloro en muchos lugares del mundo entero, por tantos hijitos que no tienen empleo, y que por desplazamiento de una u otra manera, están aguantando hambre y sed.  Ya la tierra está árida y no produce los alimentos, la tierra no da retoños y la raíz se seca.  Ay mis dulces niños, ¡que dolor! Y mi dolor se une al de ustedes.  Todo esto no es un castigo de mi Padre Dios Yahvé y de mi Hijo Jesucristo.  Todo esto es culpa de vuestros pecados, que permitieron que las ruinas de las calamidades se volcaran sobre vosotros, y tendrán que pagar justos por pecadores.  No se desanimen en medio de esta pequeña tribulación, ya que se acerca la tribulación entera, y no habrá marcha atrás.  Alegraos que todo esto está sucediendo para vuestra purificación, aceptadla con amor, paciencia y fortaleza, yo, vuestra Madre María y mi Hijo Jesucristo, estaremos con ustedes si se acogen a nuestro servicio de ayuda.  Los bendigo en el Nombre de Mi Padre + Dios Yahvé, en el Nombre de mi Hijo + Jesucristo, y en el Nombre de Mi + Santo Espíritu.  Y los protejo con mi santo manto.  Amén. Amén. Amén.

Instrumento anónimo

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