viernes, 24 de febrero de 2012

MENSAJE DEL SEÑOR JESUS 14 DE FEBRERO DE 2012

MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE
DE + JESUCRISTO  + JESUCRISTO  + JESUCRISTO
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES,
DEL CIELO, DE LA TIERRA
Y DE TODA LA HUMANIDAD

14 DE FEBRERO DE 2012
HORA: LA QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
MENSAJE DE JESUCRISTO, YO, EL HIJO DE MARIA
MADRE Y MAESTRA DE LA IGLESIA,
QUE SOIS CADA UNO DE VOSOTROS, EL CLERO

¡Oh! pequeños niños de mi Corazón Paternal, mi Santo y Divino corazón está consternado de dolor, al ver como mi clero se está deteriorando, junto con las columnas de mi Iglesia; muchas columnas ya están a favor del clero deteriorado, y otras van a estar a favor de todos ustedes (los elegidos).  Y Yo, Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, les digo, por cuanto este pueblo se me ha allegado con su boca, y me han honrado con sus labios, mientras que su corazón está lejos de Mí, y el temor que me tienen son preceptos enseñados por el hombre.

Por eso he aquí que Yo sigo haciendo maravillas con este pueblo.  Haciendo portentosas maravillas;  Perderé la sabiduría de sus sabios y eclipsaré el entendimiento de sus entendidos.  Isaías fue un apóstol, un profeta, igual a los profetas de este tiempo y miren mis pequeños, ¿como les estoy hablando en estas Santas Escrituras, para todos los de esta generación a través de profetas de los últimos tiempos?

¡Ay! de los que se esconden de mi Padre Dios Yahvé, para ocultar sus planes, y ejecutan sus planes y sus obras en las tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, o quien nos conoce? ¡Que horror el vuestro (clero)!.

¿Es el alfarero como la arcilla, para que diga la obra de su hacedor: No me ha hecho,  y la vasija diga de su alfarero: No entiende el oficio?  ¿Acaso no falta solo un poco, para que el Líbano se convierta en vergel, y el vergel se convierta en una selva?   Oirán aquel día los sordos, palabras de un libro, y desde las tinieblas y desde la oscuridad, los ojos de los ciegos las verán.

Pobres de mis hijos, el clero, que estáis impidiendo y cerrando las puertas a mis profetas de estos últimos tiempos, impidiendo todos los dones y carismas que os di a los elegidos.  Hoy me avergüenzo de estos pastores que dejé para guiar mi rebaño, y me lo habéis dejado a la intemperie y colocándolo en la boca del lobo

¡Ay! de ustedes sacerdotes, obispos y cardenales rebeldes, oráculo de Yahvé, para ejecutar planes que no son míos, y para hacer libaciones de alianza, mas no a mí aire, amontonando pecado sobre pecado.  Los que vayan a Egipto, sin consultar a mi boca, para buscar apoyo en las fuerzas del Faraón y ampararse a la sombra de Egipto.  La fuerza del Faraón se os convertirá en vergüenza (Isaías 30: 1-3)

No veis mis hijitos, que Yo Jesucristo, Rey de reyes, les dejé un testamento, y este mensaje es para mi clero en especial, se que les duele que diga la verdad y les hable tan claro.  Yo Jesucristo, el Sumo y Eterno Sacerdote no puedo ampararme en vuestras mentiras.

Yo Jesucristo, les digo: Ahora ven, escríbelo en una tablilla, grábalo en un libro, y que dure hasta el último día, para testimonio hasta siempre (Isaías 30: 8-17) Que es un pueblo terco, criaturas hipócritas mis hijos, el clero, no puedo hablaros de otra forma, es así como debo de recordarles mi testamento o sino, no lo entendéis.  Hijos que no aceptan escuchar las instrucciones de Yahvé, que han dicho a los videntes: “No veáis”, y a los visionarios: “No veáis para nosotros visiones verdaderas, habladnos cosas halagüeñas, contemplad ilusiones”.  Apartaos del camino, desviaos de la ruta, dejadnos en paz del Santo de Israel”.  Y a todos los que tienen los dones de carismas, les decís: “Apartaos de nosotros, que vosotros no sois de los nuestros” 

Y Así como me apartasteis del centro de mi templo, sacándome de las miradas de mis fieles hijos, haciéndome para otro lado y que las miradas todas sean concentradas en ustedes.  Por tanto así dice el Santo de Israel:  Por cuanto habéis rechazado vosotros estas palabras, y por cuanto habéis fiado en lo torcido y perverso y os habéis apoyado en ello, será para vosotros esta culpa como brecha ruinosa en una alta muralla, cuya quiebra vendrá de un momento a otro, y va a ser su quiebra como  la de una vasija de alfarero, rota sin compasión, en la que al romperse no se encuentra una sola tejoleta bastante grande para tomar fuego del hogar o para extraer agua del aljibe.

Pues Yo Jesucristo, Rey de reyes, vuelvo y repito a vosotros, el clero:  Se que muchos leéis estos mensajes y por esto estoy hablando así de claro, que no hablar para bien propio, sino para los demás, así como les convenga a vosotros mismos.

¡Oh! pequeños niños de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, el Rey de reyes y el Señor de señores, el Sumo y Eterno Sacerdote del cielo y de la tierra y de toda la humanidad.  Mi Padre Dios Yahvé está enojado con muchos de vosotros el clero, que estáis prohibiendo a la sabiduría y a mi Espíritu Santo la efusión que se ha derramado sobre ellos y le estáis negando la manera y la forma para producir estos dones y estos frutos.  Vosotros, el clero, estáis apagando la luz del Espíritu Santo que hay en ellos y bien sabéis que esta lucha no es con el hombre sino con el infierno y sus secuaces.  ¿Porqué estáis prohibiendo todo lo que es mío? ¿O es que acaso habéis anulado estas citas?:
Hechos de los Apóstoles  19: 11-20
Hechos de los Apóstoles  3: 1-10
Hechos de los Apóstoles 9: 37-43
Hechos de los Apóstoles 10: 21-22, 23-24
Hechos de los Apóstoles 2: 1-13

¿O es que pasáis de largo por todas las páginas de mis Santas Escrituras, barriendo, anulando lo que es mío, para introducir vuestra sabiduría humana y acomodarla a vuestro amaño?  ¿Porqué sois tan necios, porque se desviaron de la Ley de mi Padre Dios?  ¿O sea que no conocieron sus decretos?  No fueron por el camino de los mandamientos de Dios, ni quisieron seguir las sendas de disciplina según su justicia.  Pues les digo Yo Jesucristo, el Eterno y Sumo Sacerdote; cuidaos de tanta falsedad y de tanta hipocresía, de que modo os queda bien.

Pues les digo hijos míos, el clero, que si alguno de vosotros habéis caído en estas faltas, arrepentíos de estos pecados entre vosotros mismos como clero, que por esto les di las gracias de perdonar y absolver, que hasta el último momento tendré la mas grande misericordia en perdonarlos a todos.  Uníos en oración de reparación por vosotros mismos, con todos los grupos de oración que tengo en el mundo entero, en donde nos manifestamos los del cielo.  También orad por estos sacerdotes que conocen de mi santa verdad y cumplen mis Santa Leyes, y que ni así, siendo sacerdotes, no los dejan, se ríen y se burlan de ellos, porque predican la verdad.  Los amo, los amo y los amo, el Mayor Sumo y Eterno Sacerdote.  Mucha reparación en este final de días, por los dolores causados a mi santa Madre María, Madre de la Iglesia que sois todos vosotros.  +  Bendiciones  + Bendiciones  + Bendiciones, de Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores.  Amén. Amén. Amén.

Instrumento anónimo.
Medellín, Colombia

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