sábado, 4 de febrero de 2012

MENSAJE DEL SEÑOR JESUS 23 DE ENERO DE 2012

MENSAJE URGENTE, URGENTE, URGENTE
DE + JESUCRISTO  + JESUCRISTO  + JESUCRISTO
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES,
DEL CIELO, DE LA TIERRA
Y DE TODA LA HUMANIDAD


23 DE ENERO DE 2012
HORA: LA QUE ESTAIS VIVIENDO
MEDELLIN, COLOMBIA
¿YA VEIS PEQUEÑOS NIÑOS DE MI CORAZON PATERNAL
COMO ME HABLA MI SANTA MADRE MARIA
Y MADRE DE LA IGLESIA,
QUE SOIS TODOS VOSOTROS?


¡Oh! pequeños niños de mi Corazón Paternal, en este momento vengo a través de esta mano anónima y deslizándome por estas sencillas y claras palabras de amor.  Ya habéis escuchado, humanidad entera, los coloquios de mi Santa madre María, Madre del dolor por cada uno de vosotros.

¡Oh! niños amados de mi Corazón Paternal, no vayáis a pensar ni un momento, que estáis frente a un escenario, viendo y escuchando una comedia, que la veis y la escucháis y luego se olvida, y luego, mas tarde al cabo de los años, la recordáis.  No, no y no mis pequeños, esta comedia entre mi Santa Madre y Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, es una pura como el cristal y verdadera como mis Santas Palabras del Antiguo Testamento ayer, Nuevo Testamento hoy y Último Testamento mañana.  Esta comedia divina tiene palabras de vida eterna para vuestra salvación y no se quedan en fantasías pasajeras por siempre, ya que estás con una realidad divina para todos vosotros.

¡Oh! niños amados de mi Corazón Paternal, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores me dirijo a todos vosotros, humanidad entera.  Vengo a respaldar las palabras angustiadas de mi Santa madre maría, Madre de la Iglesia que sois cada uno de vosotros.  No puedo dejar en el silencio y en el olvido, así como cuando nací, morí y resucité, por cada uno de vosotros.  Mi Santa y Divina memoria no ha fallado  ni fallará, porque Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, Soy eterno ayer, Soy eterno hoy, y Seré eterno mañana.  Y el hijo que es amado por su madre, siempre le debe pagar con el mismo amor a su madre.  ¿Será que cada uno de vosotros, le pagáis a vuestras madres que os trajo al mundo con el mismo amor?

Pues preguntaos así mismo, ¿cómo le habéis pagado a vuestra madre?, ya que a la mía, que también es vuestra madre, le están pagando mal  y mal le están correspondiendo, ella les está dando todo en generosidad y vosotros le estáis pagando mal, y Yo, Jesucristo, el Rey de reyes y el Señor de señores, les vengo a reclamar por la misma mano del instrumento anónimo y también deslizándome por estas sencillas y claras palabras.

Siempre sigo las mismas huellas de mi santa Madre María, ella me enseñó a dar sus mismos pasos y a caminar derecho sin ningún desvío, y conservando siempre el mismo amor del uno para el otro.  ¿Qué habéis hecho con el amor que mi santa Madre María les entregó, en aquel momento, que desde mi Santa Cruz le dije: “Madre he ahí a tu hijo? ¿Porqué me la habéis despreciado y dejando a un lado la abundancia de amor que con tanta ternura ella les ha ofrecido?  ¿Porqué me la menosprecian, no veis que ella es la que recorrió conmigo las calles de mi amargura, y hoy las está recorriendo con cada uno de vosotros?  ¿No veis mis niños amados que ella les está extendiendo su mano purísima y vosotros las rechazáis?  ¿No veis mis niños amados que ella es la puerta principal, para que cada uno de vosotros paséis a gozar de una buena vida llena de un amor puro y verdadero?

¡Oh! mis niños amados, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, no puedo dejar al olvido estas palabras desbordantes de dolor de mi santa Madre María, al reclamarme por cada uno de vosotros y echarlas en bolsillos rotos, así como vosotros decís, y este reclamo es para todos mis hijos, el clero, que habláis de Mí y de mi santa Madre María, y decís en alta voz que nos amáis y que deben de amar a Dios, que es toda la fuente de la misericordia;  pero cuando se llega el momento de nosotros aclarar y explicar nuestras santas y divinas palabras, ya no creéis, os ponéis como perros furiosos para destruir todo lo que con tanto amor os hemos explicado.

¿O quien decís vosotros que puede apagar y evadir nuestra sabiduría divina, que transmitimos a todos nuestros niños de buen corazón?  Leed Sabiduría 7: 15-21, y veréis como mi Santa Sabiduría se extiende a todos los de buen corazón y el que tenga mi santa sabiduría, también recibirá los dones de mi Santo Espíritu y uno de ellos es el que recibe mis santas palabras, las pone en práctica y las transmite a los demás.

¿Porqué apagáis la sabiduría y mis dones, que le di a todo el que el Espíritu Santo fuera tocando?,  y decís que Yo, Jesucristo, soy amor y misericordia, mas no la practicáis, vosotros, el clero, que no dejáis difundir mis mensajes, también sois falsos profetas, porque acomodáis mis Santas Palabras a vuestro amaño, y no dejáis que las transmitan como nosotros queremos, llevándonos siempre la contraria.

Y también son falsos estos niños necios que dicen estar llenos de Mí y que nada les falta, claro no todos, que viven en realidad mi santa presencia en ustedes y renuevan constantemente mi Santo Espíritu.  Pero ¿que pasa cuando tocan con mis santas profecías?, ya ahí, Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, ya no estoy, me niegan y se apartan de mis verdaderos preceptos, alejándose de ellos y negando que yo estoy ahí y que no son palabras mías, sabiendo que si son palabras mías y verdaderas, y estos se llaman falsos profetas: Los de la renovación carismática, y así como Yo Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores he mencionado estos dos nombres; clero y renovación carismática, seguidos de otros nombres: legión de María, guardianes de amor de mi sacratísimo corazón, hijas de María, grupo Jesús de mi divina misericordia, lazos de amor mariano, grupo ave María, grupo lumen Dei y muchos grupos mas.

A todos estos grupos que dicen llamarse hijos míos, pero que no creen en nuestras profecías de amor y preparación, también les tengo que decir que son falsos profetas y no se asusten, ya que se los está diciendo nada más y nada menos que el que lleva inscrito en el manto y en el muslo, Rey de reyes y Señor de señores.  De lo contrario con otro se pelearían de muerte, y Yo, y el amor de mi santa Madre, es el que les puede decir la verdad y nada mas que la verdad, duélale al que le duela, al menos les quedaría un poquito de tiempo, para arrepentirse y pedirme perdón, por los daños causados a nuestros dos corazones.

Es por esto hijos míos, que les mencioné cada uno por su nombre, este es el lamento de mi santa madre María, Madre de la Iglesia que sois cada uno de vosotros, al ver que los acontecimientos están sobre vosotros y no se han preparado espiritualmente y materialmente, para que sobreviváis a estos desastres naturales.

El dolor mas grande es que a los míos, a los que nos conocieron, estos serán <las vírgenes necias>, que no quisieron llenar sus lámparas y siempre las mantuvieron apagadas, y tal vez, quien sabe si en el momento preciso, puedan al menos tener suficiente fuerza para encender un fósforo o una candela, para encender nuestro cirio.

Que dolor a Mí también me embarga por los míos, por los que nos conocieron, por los que pudiendo hablar la verdad, no lo hicieron, por creerse mas que los demás y creer que lo sabían todo.  No, no y no sabían nada.  Conocieron mi gran amor, mas no conocieron de mis santas y divinas profecías, anunciadas desde mi Antiguo y Nuevo Testamento.

Y Yo Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, en respuesta a las dolorosas palabras de mi Madre del dolor, le digo: ¡Oh Madre querida, no sufras mas por estos hijitos incrédulos y te digo que nuestro amor, unidos siempre estarán en ellos, no podemos arrancar los dedos de nuestras manos, no las podemos dejar a la deriva, presa fácil de mi enemigo.  No, no y no sufras mas Madre mía, que cada uno recibirá una porción de su purificación y cada uno la debe aceptar, no como ellos quieran, sino como Yo Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, así lo exija.

Madre, Madre, Madre, no mas, que haré que nuestros hijos rebeldes, a los que por ignorancia se equivocaron, que pasen por vuestra puerta que eres tu mamá mía y Madre de toda la humanidad.  Ya muy pronto se acerca nuestro encuentro con ellos.

Gracias mamá purísima por sentir mi consuelo, cuando te abrazo fuertemente en el amor de mi Padre Dios Yahvé y beso tu radiante frente.  No mas, no mas mamacita del cielo y de la tierra, que muy pronto se acerca el alumbramiento de un nuevo amanecer, no como lo vive la humanidad, sino como vamos a vivir nosotros.

Los bendigo a todos, a todos sin distinción de razas: En el nombre del + Padre  + del Hijo  + del Espíritu Santo.  Amén.  Amén.  Amén.

Instrumento anónimo
Medellín, Colombia

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